Fermentación y Destilación



La Fermentación y la Destilación están muy relacionadas. Para destilar primero debes fermentar.

La fermentación es cuando el azúcar de tu materia prima se convierten en alcohol, por eso casi siempre se usan frutas, porque tienen buen contenido de azúcar, y además contienen otros nutrientes que son buenos para la levadura (la levadura es el microorganismo que realiza la fermentación alcohólica). Ejemplos de bebidas fermentadas: Vino (a partir de la Uva), Sidra (a partir de la manzana), cerveza (a partir de la cebada).
 
La destilación es la separación del alcohol del resto de componentes (principalmente agua). Como todos los fermentados contienen alcohol mezclado con agua, se realiza la destilación para separarlos. El fundamento es que si usas temperatura de 80 u 85°C, el alcohol se evapora pero el agua no, entonces el alcohol en forma de vapor se hace circular por un condensador que lo enfría y lo vuelve a convertir en líquido, pero esta vez se recepciona en un material aparte para separarlo. Esta destilación simple te da una bebida con aproximadamente 40% de alcohol, mientras que un simple fermentado contiene entre 5% y 10% de alcohol.
A las bebidas destiladas como el Pisco (peruano), Ron (cubano), Whisky (escocés), Tequila (mexicano) y Vodka (ruso) se les llama "bebidas espirituosas", así que internacionalmente puedes conseguir más información con este nombre.

La fermentación y la destilación son procesos delicados, si quieres fermentar te recomiendo que uses solo frutas dulces porque es lo más sencillo (la cebada y otros granos debes primero hidrolizarlas, que es un tema aparte). en cuanto a la destilación, hay partes del destilado que se descartan, porque al principio el alcohol sale mezclado con sustancias tóxicas, y en la parte final ya no conviene destilar porque sale casi pura agua o sustancias extrañas, entonces se rescata solo la parte del medio.


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