Quizás eres una de las personas que prefieren limpiar sus
oídos con los también conocidos como “bastoncillos”, pues no te preocupes que
casi el 70%.
De la población a nivel mundial lo hace, ya que nos han
hecho entender que este es el mejor método para mantener la salud higiénica de
esta zona del cuerpo.
Cuando nos bañamos solemos limpiar cuidadosamente la parte
externa del oído y utilizamos un hisopo para asegurarnos de remover toda la
cera que haya en el lugar, ya que muchas personas creen que limpiar por
completo la cera que naturalmente se queda alojada en nuestros oídos es lo
ideal.
Lo que no sabías es que este hábito cotidiano es más
antihigiénico y peligroso, los hisopos pueden provocar serios daños a nivel
auditivo si no los utilizamos con el debido cuidado que se requiere y todos
sabemos que cuidado es lo menos que tenemos cuando aseamos nuestros oídos.
¿Por qué los bastoncillos son tan peligrosos?
Estos instrumentos pueden causar varios daños mientras los
utilizamos como pueden ser:
El algodón que introducimos en el conducto auditivo puede
ser el terreno perfecto para alojar bacterias dentro de él, estas bacterias
pueden entrar en el interior de nuestros oídos, pudiendo causar infecciones en
esta área.
Otro riesgo que puedes correr al utilizar los hisopos es que
el algodón que estas varitas de plásticos normalmente llevan puede desprenderse
de su lugar mientras estés limpiando la parte interna de tus oídos, pudiendo
causar problemas más graves como la inflamación de un oído.
Puedes lastimar la parte interna de tu oído si introduces
más de la cuenta estos bastoncillos, pudiendo causar dolor durante varios días.
Muchas personas demuestran la salud de sus oídos por la
cantidad de cera que tienen, sin embargo para muchas otras este factor resulta
ser bastante desagradable.
Se recomienda dejar la cera en los oídos, pero si sientes que
estás produciendo de más, lo más sensato es visitar a un especialista en
comparación a introducir un objeto que no sabes que tanto te podrá ayudar o
empeorar el problema.
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