La sal de Epsom (o sal inglesa) es bien
conocida por sus propiedades beneficiosas. Muchos la utilizan para dejar los
pies en remojo, pero hay un montón de maneras geniales para usarla.
Prueba algunos de estos tú mismo:
1. Cuidado del pelo.
Si tu cabello se engrasa rápidamente,
seguramente te venga bien este truco: echa un puñado de sal de Epsom al champú
que utilizas normalmente. Lávate el pelo como siempre y nota cómo el nivel de
grasa disminuye. Alternativamente, puedes probar con un tratamiento de sal más
avanzado para aumentar el volumen del pelo. Mezcla sal de Epsom con tu
acondicionador, calienta la mezcla en la hornilla y échatelo dando masajes
desde las raíces a las puntas. Déjalo actuar 20 minutos antes de lavarlo. El
tratamiento previene las puntas abiertas y aporta volumen al pelo.
2. Cuidado de la cara.
Mezcla sal de Epsom junto con jabón líquido o
crema facial limpiadora. Aplícate la mezcla con suavidad en el rostro y
enjuágalo con agua caliente. Esto ayudará a mantener los niveles de humedad y
eliminará las células muertas de la piel.
3. Cuidado de los pies.
Si estás todo el día de pie, tus pies empezarán
pronto a doler y resentirse. La sal de Epsom mezclada con aceite de oliva es un
buen tratamiento para combatir la sequedad. Aplícate la mezcla en los pies una
o dos veces por semana y la piel seca mejorará rápidamente. Puedes añadir otro
tipo de aceite de tu elección para una esencia agradable.
4. Alivio de los hematomas.
Los hematomas pueden resultar muy
desagradables. Incluso si se curaron hace tiempo, siguen siendo a menudo
visibles. Prueba a mezclar 2 cucharadas de sal de Epsom con agua y aplica la
mezcla en tu piel con cuidado.
5. Dolores de cabeza.
Si sueles sufrir dolores de cabeza en verano o
después de un largo día en la oficina, prueba a darte un baño con un poco de
sal de Epsom. La sal en el agua ayuda a relajar tus músculos y liberar la
tensión, lo que ayuda a evitar los dolores de cabeza.
6. Limpieza del baño.
Mezcla sal de Epsom y jabón líquido a partes
iguales y utilízalo para dejar las baldosas y las superficies relucientes.
7. Quitarse las astillas.
Si tienes una astilla molesta clavada, aplica
un poco de sal de Epsom en la herida para suavizar la piel y acercar la astilla
cerca de la superficie. Dile adiós a las pinzas.
8. Para dormirse.
A veces es difícil dormirse después de un día
muy estresante. La sal de Epsom puede ser la solución también en este caso.
Date un baño por la tarde-noche y añade 3-4 cucharadas de sal de Epsom al agua.
Disfruta de los efectos relevantes y siente cómo tus músculos se liberan. Esto
funciona como un elixir para dormirse como un tronco.
9. Para la mañana de después.
¿Se alargaron los planes de anoche un poquito
más de lo planeado? ¿Te duele la cabeza esta mañana? Deshazte de la resaca con
esto: disuelve una cucharadita de sal de Epsom en un vaso de agua. Bébete la
mezcla para tener los niveles de agua y minerales en equilibrio de nuevo.
Asegúrate de hidratarte con agua durante todo el día y tu resaca desaparecerá.
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