Sequedad Vaginal



La sequedad vaginal es la disminución o desaparición de las secreciones que sirven para lubricar y proteger la vagina. Los síntomas que suelen acompañar esta condición son dolor, irritaciones, o inflamaciones durante las relaciones sexuales.

Dado que suele estar provocado por una disminución en la producción de la progesterona y el estrógeno, el momento más común en que experimentamos sequedad vaginal es cuando aparece la menopausia. Sin embargo, otros factores pueden provocar la falta de lubricación: ciertos microorganismos infecciosos, como cándidas, clamidias o estreptococos; el postparto, como consecuencia de las alteraciones vaginales que se producen durante el alumbramiento; la lactancia, ya que en detrimento de la producción de leche disminuye la producción de las hormonas que mencionamos; ciertos medicamentos o drogas; deshidratación; estrés; o la falta de interés en nuestra pareja.




Existen además lubricantes que podemos adquirir en farmacias. Al elegir nuestro producto, cuidemos de que sea soluble al agua, así será más sencillo de higienizar; y que no sea derivado del petróleo (como la vaselina o aceites) ya que estos tienden a adherirse a las paredes vaginales. Para evitar posibles irritaciones conviene que no tenga sabor ni fragancia. Por otro lado, para asegurarnos de que combata bacterias, cuidemos que el pH sea parecido al de nuestra vagina: menor a 0.5. Finalmente, y para mayor comodidad, elijamos alguno de larga duración y que no deba aplicarse inmediatamente antes de la relación, ya que eso puede cortar un poco el ambiente.

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