El virus del papiloma humano, papilomavirus o VPH es una
infección de transmisión sexual, por lo que es considerada dentro del grupo de
enfermedades venéreas.
La infección por el VPH es la más frecuente de todas las
enfermedades de transmisión sexual, pudiendo cursar con un cuadro subclínico y
por lo tanto sin síntomas, haciendo que el paciente no tenga conocimiento a
menos que aparezcan alteraciones en la prueba de papanicolaou o en la
colposcopia.
¿Qué lo ocasiona?
La infección puede ser causada por una de las más de cien
cepas (tipos) diferentes de VPH que existen. El VPH se encuentra tan difundido
que sólo las personas que no han tenido relaciones sexuales no han estado
expuestas a el.
La enfermedad provocada por el VPH es una infección
incurable, aunque es posible que la infección desaparezca de forma espontánea
en los primeros seis meses evitando que cronifique, fenómeno que ocurre en casi
todos los procesos.
En casi todos los casos la infección es subclínica y de
corta duración. Los condones no previenen por completo de la transmisión del
VPH porque se puede contagiar durante los juegos sexuales y otras actividades
distintas al coito. Sin embargo, el riesgo se reduce con los condones. Los
productos que se utilizan durante la menstruación también pueden transportar al
virus. La inserción de los tampones puede trasladar el virus desde los labios
hacia la vagina. Las toallas femeninas pueden retener y transmitir al virus, y
la humedad y la abrasión facilitan cualquier vía de transmisión.
El coito anal es una forma de transmisión frecuente porque
la mucosa anal es frágil y muy susceptible a la infección por VPH.
SÍNTOMAS:
Un gran número de infecciones por VPH se presenta de forma
subclínica, es decir no presenta signos ni síntomas. Cuando la infección no es
subclinica, el síntoma más característico es la aparición de condilomas
acumiados leves o serios.(Condiloma: es una protuberancia crónica y se les
conoce como verrugas genitales). Estas verrugas varían en apariencia entre las
del hombre y las de la mujer. En la mujer son blandas de color gris o rosa,
pedunculadas y suelen encontrarse en racimos. Las zonas más frecuentemente
afectadas son la vulva, la pared vaginal y el periné. En el hombre son blandas
y cuando se presentan en el pene suelen ser lisas y papulares. Mientras que las
del periné asemejan a una coliflor. A menudo, aparecen primero en el prepucio
(tejido que cubre el pene) y el glande, y luego en el escroto (tejido que
envuelve a los testículos) y la región perianal (en ésta última región es común
en los homosexuales).
Existen diferentes factores de riesgo para contraer la
infección, entre estos encontramos que predispone el origen hispano, la raza
negra, el alto consumo de alcohol (posible factor de una conducta peligrosa),
alta frecuencia de relaciones sexuales, número elevado de compañeros sexuales y
sexo anal.
Así mismo el número de infecciones por VPH y su duración son
un factor de riesgo para el posterior desarrollo de cáncer.
DIAGNÓSTICO:
El diagnóstico se establece con estudios de laboratorio y
gabinete, y entre otros estudios se solicita Papanicolaou con colposcopia,
citología exfoliativa del pene, biopsia de ser necesario, etc. Con lo anterior
se puede emitir un diagnóstico correcto y recomendar el tratamiento más
adecuado.
Pero hay que aclarar que no es necesario el presentar las
lesiones, se recomiendan los exámenes a las personas que tengan los factores de
riesgo antes mencionados.
TRATAMIENTOS Y RECOMENDACIONES
En los casos clínicos de infección por VPH que presenten
verrugas en ano y cavidad oral el tratamiento es quirúrgico. Se puede utilizar
la electrofulguración o la criogenia a criterio del médico.
El mejor tratamiento es la prevención, por lo que hay que
reducir al mínimo los factores de riesgo, por lo que se recomienda el uso del
condón, evitar la promiscuidad y el uso de prendas intimas ajenas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.