El intestino del bebé es aún muy frágil y requiere el doble de
atención que el de un adulto. En esta época de transformación, es corriente
afrontar problemas con estreñimiento, heces resecas o gases. Es importante
observar cómo funciona el intestino de tu bebé, ya que cada uno cuenta un ritmo
distinto.
Cuando el bebé presenta señales de problemas intestinales o
alteración en el número de veces que evacua es necesario alterar la alimentación
para que la digestión sea regulada y vuelva a su normalidad.
ü Si
notas que tu bebé distiende el abdomen, se esfuerza mucho para evacuar o llora
con los cólicos, puede estar estreñido.
ü Algunos
alimentos ricos en fibras naturales, mejoran el problema. Las frutas laxativas,
como papaya, naranja, ciruela negra, mandarina y banana, vegetales como
escarola, brócoli y col, así como judías verdes, lentejas, avena y salvado de
trigo son algunos ejemplos de alimentos que pueden mejorar el estreñimiento en
el bebé.
ü Si al
contrario, tu bebé esta con el intestino suelto, puedes ofrecer zumos colados
de manzana, pera y guayaba. Crema de arroz ofrecido en la leche puede reducir
los efectos de la diarrea.
ü Si tu
bebé tiene muchos gases, evita ofrecer leguminosas como judías, guisantes,
lenteja y garbanzos. El azúcar también deberá ser reducido o retirado de la
dieta, ya que causa fermentación y distiende el abdomen.
ü Un otro
consejo es dejar el bebé suelto, moviéndose libremente. Esto ayudará también a regular
el intestino. Haga también masajes en el abdomen del bebe y movimiento las
piernas para ayudar a eliminar los gases y las molestias. Un baño con agua
templada puede ayudar el bebé a relajar.
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