Los consumidores siguen debatiendo sobre el mismo tema: la caducidad
de los productos. Qué nos puede pasar, si se pueden comer, si son buenos o no,
cuánto se puede esperar cuando caduque… Desde los años 60 estas etiquetas de
caducidad llevan acompañando a los productos y aún no se han aclarado.
En primer lugar hay que diferenciar ente la fecha de
duración mínima y la de caducidad. La primera nos indica la fecha hasta la que
el fabricante garantiza las óptimas cualidades de su producto. Después de esa
fecha el producto es comestible pero quizás haya perdido cualidades como el
sabor o ciertas propiedades. Es lo que nos aparece en la etiqueta como
“Consumir preferentemente antes de…”. Por tanto, esos productos se pueden comer
aunque no tendrán la misma calidad. Suelen ser alimentos menos perecederos:
cereales, bebidas, conservas, latas…



Ante la duda mejor evitar comer productos caducados y buscar
en el supermercado los productos con fecha más prolongada para evitar que se
queden sin abrir. Por otro lado, recuerde que la fecha de consumo preferente si
se puede saltar sin peligro.
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