Llamamos células madre, o células troncales, a un tipo especial de células indiferenciadas que tienen la capacidad de dividirse indefinidamente sin perder sus propiedades y llegar a producir células especializadas.
La mayoría de las células de un individuo adulto (nos estamos refiriendo al hombre y las variedades superiores de los mamífernos) no suelen multiplicarse, salvo para mantenimiento de algunos tejidos como la sangre y la piel. Las células del músculo y de la grasa en condiciones normales no se dividen. Si engordamos, no es que tengamos más células, en realidad tenemos la misma cantidad de células, pero éstas han aumentado de tamaño.
Si una lagartija pierde la cola, le vuelve a crecer. En los mamíferos no ocurre así. Si un individuo pierde un miembro, no lo vuelve a desarrollar. Su capacidad de regeneración está limitada a la cicatrización. Sin embargo, en prácticamente todos los tejidos hay unas células que, aunque habitualmente no se dividen, en condiciones particulares pueden proliferar y regenerar ese tejido. Artificialmente se ha visto que estas células tienen capacidad de reproducirse y generar otros tejidos distintos, y reciben el nombre de células madre.
Si una lagartija pierde la cola, le vuelve a crecer. En los mamíferos no ocurre así. Si un individuo pierde un miembro, no lo vuelve a desarrollar. Su capacidad de regeneración está limitada a la cicatrización. Sin embargo, en prácticamente todos los tejidos hay unas células que, aunque habitualmente no se dividen, en condiciones particulares pueden proliferar y regenerar ese tejido. Artificialmente se ha visto que estas células tienen capacidad de reproducirse y generar otros tejidos distintos, y reciben el nombre de células madre.
¿Qué son las células?
Las personas, como el resto de animales, las plantas y la mayoría de [hongos], somos organismos pluricelulares; esto es, estamos formadas de muchas células. Las células son los elementos vivos más simples, o lo que es lo mismo, son las estructuras más simples con vida propia. Se calcula que el cuerpo de una persona adulta está formado de aproximadamente 100 billones de células especializadas en diferentes tareas. Nosotros, sin embargo, percibimos un único organismo y no 100 billones de organismos trabajando conjuntamente.
Existen unos 200 tipos de células diferentes en el cuerpo humano. Las células de la piel (o epiteliales), por ejemplo, están especializadas en la protección del cuerpo y forman una barrera impermeable. Las células musculares, en cambio, están especializadas en contraerse y relajarse, lo que permite el movimiento de las diferentes partes del cuerpo. Para realizar su función, cada tipo de célula tiene una forma y una estructura determinadas. En general, las células con la misma función se agrupan formando tejidos, y los tejidos con funciones relacionadas se unen para formar órganos y sistemas.
¿Cómo se restituyen las células que se van muriendo?
Las células de una persona no son inmortales. Se estima que cada día se desprenden y recambian unos 100.000 millones de células, muchas de les cuales son de la piel.
¿LA MEDICINA DEL FUTURO?
El potencial de les células madre, que son capaces de producir cualquier tipo de tejido, ha creado enormes expectativas sobre su aplicación en medicina. En concreto, ha dado paso al nacimiento de la medicina regenerativa: una rama biomédica cuyo objetivo es curar enfermedades debidas al funcionamiento anómalo de determinadas células, tejidos u órganos mediante su reemplazo por células, tejidos u órganos funcionales, inmunológicamente compatibles con el paciente.
En el caso de resultar viable, la medicina regenerativa podría ofrecer solución a enfermedades como la diabetes de tipo I, el Alzheimer , el Parkinson, y también a las quemaduras o a las lesiones medulares que producen parálisis. Asimismo, podría ser la solución definitiva para realizar trasplantes sin que se produzca rechazo inmunológico por parte del paciente, que es una de las principales causas de mortalidad de estos enfermos. Las aplicaciones seguirían en un largo etcétera que todavía resulta imposible de precisar o confirmar.
Actualmente, el gran reto de la investigación en células madre es descubrir cuales son los factores que determinan que una célula madre se convierta en un tipo celular u otro.
Esta investigación se encuentra todavía en una fase inicial. Por este motivo, tenemos que ser prudentes y no afirmar a la ligera que pronto seremos capaces de curar determinadas enfermedades. Sin embargo, hay muchas esperanzas puestas en las células madre, por ello es fundamental que la investigación en este campo cuente con recursos y no se detenga.
En el futuro se podrían obtener células madre que produjeran tejidos y órganos inmunológicamente compatibles con el paciente que los necesita, incluso tejidos que hoy en día son imposibles de trasplantar, como el tejido nervioso.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.