¿Fue El Fruto Del Pecado Original Una Manzana?


En el Génesis no se hace ninguna referencia al tipo de fruto que comieron Adán y Eva: “Puedes comer de todos los árboles que hay en el jardín, exceptuando únicamente el árbol del conocimiento del bien y del mal. De él no deberás comer, porque el día que lo hagas quedarás sujeto a la muerte”.

Probablemente la invención del mito de la manzana viene de algunos pintores renacentistas como Lucas Cranach, el Viejo, o Alberto Durero.

- La Biblia no habla de una manzana, sino de un fruto.

.- Adán no renunció a su inocencia a cambio de sexo, porque el sexo era un derecho y un mandato proveniente de Dios que ya había recibido:

Y Dios creó el hombre a su imagen; lo creó a imagen de Dios, los creó varón y mujer.

“Y los bendijo, diciéndoles: «Sean fecundos, multiplíquense, llenen la tierra y sométanla; dominen a los peces del mar, a las aves del cielo y a todos los vivientes que se mueven sobre la tierra». (Génesis 1: 27 – 28, “El libro del Pueblo de Dios”. “La Biblia”, Armando J. Levoratti, Alfredo B. Trusso y ocho colaboradores, autorizada por Raúl Francisco Cardenal Primatesta, Fundación Palabra de Vida, fundación San Pablo, 12ª edición, España, 1.995)

.- En la forma de hablar antigua, “conocer lo bueno y lo malo” no significaba un conocimiento, sino independencia para decidir qué era bueno o malo para él, en contraposición a la intención y el derecho de Dios de fijar las normas morales para el hombre.



. La serpiente no representa en la Biblia nada que tenga relación con el sexo, porque el sexo no era una cuestión conflictiva o no resuelta para la primera pareja. Se trató simplemente de un animal de los tantos que vivían en el jardín de Edén, del que se valió un ser invisible para engañar a Eva y hacerla partícipe de una rebelión iniciada por este ser. El pecado original nada tiene que ver con el sexo; se trata, más bien, de un pecado de soberbia, ingratitud y desconfianza hacia el Creador y de una rebelión contra su autoridad y su derecho de ser el Legislador de sus creaciones.

Podemos discutir, lamentablemente no con Bruno Bettelheim, si la historia es o no es un mito; les doy un dato: la última costilla, de la que la narración dice que fue usada por Dios para crear a la mujer, es el único hueso del cuerpo humano que se regenera completamente si se tiene la precaución de dejar un fragmento de periostio. ¿Casualidad?

 Al parecer, fue el pintor Durero el primero que pintó una manzana en un lienzo. Si hubiera dibujado un fruto amorfo, nos hubiera ahorrado un montón de confusiones.



Es la facultad de decidir uno por sí mismo lo que es bueno y lo que es malo, y de obrar en consecuencia: una reclamación de autonomía moral . El primer pecado ha sido un atentado a la soberanía de Dios.” Biblia de Jerusalén, nota al pie. “«El árbol del conocimiento del bien y del mal»; la realidad representada por este símbolo no puede ser simplemente el discernimiento moral –prerrogativa que Dios no niega al hombre- sino la facultad de decidir por sí mismo lo
que es bueno y lo que es malo, independientemente de Dios. 


Al desobedecer el mandato divino, el hombre reivindica para sí una autonomía que no se conforma con su condición de criatura y usurpa un privilegio exclusivo de Dios.” Levoratti – Trusso, nota al pie.

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