Suena diferente sólo para el que habla y luego se escucha, tus amigos y
parientes no van a notar la diferencia porque todo estriba en oir la propia voz
desde fuera.
En otras palabras cuando hablamos y nos escuchamos hablar ¡No estamos oyendo en realidad nuestra voz como la oyen todos los demas! Sólo oímos bien nuestra voz cuando la grabamos y la reproducimos.
Esto mismo ocurre con gente que piensa que canta bonito hasta que se oye cantar en una grabación y siente pena de sí misma.
Estos graciosos efectos se deben a que la voz reverbera en nuestros huesos del cráneo y del pecho y llegan no sólo a nuestros oídos a través del aire sino a través de las vibraciones de nuestro cuerpo, lo cual genera un efecto doble que hace parecer nuestra vos más potente, clara y profunda de lo que realmente es.
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