PREPARACIÓN:
Una cucharada de aceite de ricino y
una cucharada de aceite de oliva. Mezclar y con movimientos firmes y ascendentes
ve haciéndote un masaje desde el área del cuello hasta la línea de la mandíbula.
Hazlo durante al menos 15 minutos, para después empapar una toalla pequeña con
agua caliente y, tras escurrirla, dejarla 5 minutos sobre tu cuello. El vapor
te ayudará a absorber y a relajar aún más la piel. Haz esto por las noches.
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