La moda y las tendencias hacen que muchas mujeres incorporen
algunas prendas en su vestuario que a veces no resultan demasiado cómodas. Los
pantalones vaqueros, las camisas ajustadas, las medias y las mallas son prendas
que deben usarse en una talla adecuada, ya que vestir una de estas prendas en
una talla demasiado pequeña puede acarrear perjuicios para la salud.
¿Qué molestias causa el uso de ropa ajustada?
Las prendas de vestir demasiado ceñidas comprimen el cuerpo,
dificultan la correcta circulación de la sangre y provocan una mala circulación
de retorno. Esto a menudo conlleva dolores, hinchazón, y aparición de varices.
La celulitis es otro de los desencadenantes del uso de la
ropa muy entallada. Se origina a partir de la formación de nódulos de grasa y
toxinas provocada por la alteración de la circulación en la hipodermis. El uso
de prendas de vestir que oprimen el cuerpo obstruye la circulación y agrava el
cuadro de celulitis.


La digestión también puede verse perjudicada por el uso de
la ropa entallada. Los pantalones y cinturones que presionan excesivamente la
zona del estómago y el abdomen son perjudiciales para la buena digestión y
pueden llegar a causar acidez y reflujo. El motivo es que después de comer, el
estómago se dilata para trabajar la digestión gracias a la acción de los ácidos
que forman parte del proceso. Así, la ropa ajustada aprieta esta zona y puede
provocar que los ácidos del estómago fluyan hacia el esófago.
Finalmente, la micosis es otra de las posibles consecuencias
del uso de ropa ajustada. El calor que retiene la ropa ajustada, sumado con la
humedad natural de la vagina puede propiciar el desarrollo de hongos y
bacterias que pueden desencadenar en una candidiasis. Lo más recomendable es
usar ropa interior no ajustada y preferentemente de algodón.
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