Las creencias populares dicen que las jorobas de los
camellos están rellenas de agua -probablemente, debido a que viven en el
desierto-, pero esto es falso. Si bien la teoría de la necesidad de agua en el
desierto es buena, hay una mejor razón: las jorobas de los camellos son
montículos de grasa que permiten a estos animales tener el suficiente alimento
durante varios días de viaje.
Otra razón por la que las personas creen erróneamente que
las jorobas de los camellos contienen agua es porque estos animales pueden
beberse hasta veinte litros de líquido de una sola vez.
Los camellos pueden cargar hasta 36 kilos en la joroba de su
espalda, que les permiten permanecer sin agua y sin comida de seis a diez días.
Estas jorobas se forman cuando el pequeño bebé camello comienza a comer
alimentos sólidos.
Si vemos a un camello con la joroba hacia un costado,
podemos suponer que es porque está consumiendo parte de esa grasa de
emergencia. Esta joroba también comenzará a disminuir en tamaño. Con una mejor
alimentación y un descanso adecuado, la joroba vuelve a la posición vertical.
Por otra parte, los camellos tienen en el abdomen dos bolsas
para almacenar el agua necesaria para esos largos viajes
Los camellos según sus jorobas
Los camellos tienen dos principales especies, que se
distinguen principalmente por sus jorobas.
Por un lado, tenemos a los camellos bactrianos, procedentes
de Asia y adaptados al clima frío de las llanuras y estepas. Por esta razón,
este camello tienen un pelaje grueso similar a la lana de las ovejas, que lo
protege de las inclemencias del frío. Estos son los camellos de dos jorobas.
Por otro lado, están los dromedarios o camellos árabes, con
una sola joroba. Estos están adaptados a lugares con altas temperaturas -como
el desierto-, sus pies son más grandes para no hundirse en la arena, y tiene
largas pestañas para que, en las tormentas de arena esta no entre en sus ojos.
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