¿Cuántas veces leímos de niños esa frase que titula el
artículo? Si haces algo malo, serás castigado con un daño semejante. ¿Y cuántas
veces oímos hablar del Código de Hammurabi? ¿A quién no le suena aquella
terrorífica frase?: "Si un hombre libre vació el ojo de un hijo de hombre
libre, se vaciará su ojo". O esa otra que decía ."Si un hijo golpeó
al padre, se le cortarán las manos". Mientras nos imaginábamos la cuenca
vacía del ojo, aprendíamos a respetar a nuestros padres, no fuera a ser que
acabásemos sin manos.
Todo eso y muchas más normas, hasta un total de 282, están
recogidas en esta estela de negro basalto de más de dos metros de altura que es
universalmente conocida bajo el nombre de "Código de Hammurabi" . Quizás
ya se nos haya olvidado que este hombre (conquistador y guerrero, organizador de
sus territorios y persona interesada por las obras públicas) , fue rey de
Babilonia durante más de cuarenta años, allá por la primera mitad del siglo
XVIII a.C., aproximadamente. Tal vez no recordemos que sus leyes fueron
escritas en lengua acadia cuneiforme, Pero seguro que esta Ley del Talión
(según la expresión de la Biblia), del ojo por el ojo y del diente por el
diente no se nos habrá ido de la memoria.
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