La palabra dinero deriva del latín denarius, que fue una de
las monedas utilizadas en el Imperio Romano. Aunque actualmente casi nadie se
lo plantee, el dinero (billetes y monedas) es uno de los grandes avances en la
historia de la humanidad y en el ámbito económico muy probablmeente es el más
importante, tanto por su pervivencia como por sus utilidades.
Hasta prácticamente la Baja Edad Media, el comercio se
realizaba mayoritariamente mediante trueques; es decir, con el intercambiando
bienes y servicios, o de bienes por servicios y viceversa.
No obstante, ya con anterioridad el oro y la plata fueron
utilizados como si se tratara de dinero debido a que su valor fue aceptado
mundialmente, amén de por la facilidad de transportarlos y porque los metales
conservan sus propiedades durante largo tiempo, incluso de padres a hijos y de
abuelos a nietos. Así, al paso del tiempo y a fin de garantizar que un trozo de
metal (antecedente inmediato de las monedas) contenía cierta cantidad de oro o
de plata se comenzó a acuñar esas piezas, marcando su valor.
Las primeras piezas de oro y plata (o mezclas de ambos
metales, o con otros) producidas de forma estandarizada cual monedas fueron
acuñadas en Lidia (en la actual Turquía), en el siglo VII antes de Cristo.
La historia del dinero de Catherine Eaglaton y Jonathan
Williams no sólo relata la evolución de las monedas y billetes, sino que
también ayuda a comprender el origen de hábitos y normas económicas y jurídicas
que, a su vez, explican episodios de la historia de las sociedades, sobre todo
las de Oriente Próximo y Europa, e incluso sirven para entender el papel que
han jugado y juegan la banca y los modernos bancos centrales.
La historia indica además que el personaje que más ayudó a
diseminar el uso de las monedas de metal fue el Rey de Macedonia, Alejandro
Magno, quien desde el año 335 Antes de Cristo, impuso el sistema de acuñar
monedas en Persia, Mesopotamia, Siria, Egipto y en varios territorios que hoy
forman parte de Turquía, Afganistán, Pakistán y la India. Después de su muerte,
en esos territorios se continuó con la práctica de acuñar monedas y, muchas de
ellas, con el busto del propio Alejandro Magno.
No obstante, también en China hay evidencia del uso y la
acuñación de monedas durante la dinastía Chou, que gobernó por cerca de un
milenio hasta el siglo tercero antes de Cristo. En las ruinas excavadas se han
encontrado monedas de cobre de forma circular, con un agujero cuadrado en el
centro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.