La cruz roja: Su Origen




La Cruz Roja y Media Luna Roja Internacional, son, como su nombre lo dice, organizaciones internacionales de ayuda humanitaria, dedicadas en época de guerra, a aliviar el sufrimiento de soldados heridos, civiles y prisioneros.
En tiempos de paz, proporciona ayuda médica y de otro tipo, a personas afectadas por desastres, o cataclismos, como inundaciones, terremotos, epidemias y hambrunas, además de realizar otras funciones de servicio público.


La iniciativa de fundar la Cruz Roja, surgió en el siglo XIX del filántropo suizo Jean Henri Dunant, horrorizado por la falta de cuidados que sufrían los soldados en el campo de batalla, hizo un llamamiento a los dirigentes nacionales para que fundaran sociedades dedicadas a ayudar a los heridos en tiempos de guerra.

Jean Henri Dunant
Cinco ciudadanos suizos formaron un comité, que se convertiría más tarde en el Comité Internacional de la Cruz Roja y pidieron la celebración de una conferencia mundial, que se celebró en Ginebra en octubre de 1863 y a la que asistieron delegados de 16 estados.
Al año siguiente se volvió a celebrar en Ginebra otra conferencia, en la que los delegados oficiales, procedentes de 12 estados, firmaron la I Convención de Ginebra, que establecía las reglas por las que habría de regirse el tratamiento a los heridos y la protección del personal médico y los hospitales.
Fue también en esta reunión, donde se adoptó el famoso símbolo del movimiento: la bandera blanca con la cruz roja, que sería modificado en los países no cristianos, sustituyéndolo los países islámicos por una media luna, e Israel, por la Estrella de David.

Los principios enunciados en la I Convención de Ginebra fueron más tarde revisados y corregidos en sucesivas conferencias celebradas en 1906, 1929 y 1949.
En 1977 se añadieron nuevos protocolos a los establecidos en Ginebra en 1949 para proteger a todos los no combatientes de cualquier tipo de conflicto, ya fuera internacional como nacional.
A lo largo de su historia, el CICR y la Federación han enviado representantes y ayuda a muchos países del mundo para socorrer a detenidos, prisioneros y refugiados de guerra y a víctimas de levantamientos políticos o luchas civiles.
La Federación ayuda también a los damnificados por desastres naturales o producidos por el hombre.
Posteriormente escribió un libro denominado “Recuerdos de Solferino”, donde proponía la necesidad de una sociedad formada por voluntarios, incondicionales y cualificados para el desafío de promover la paz.
La consigna de la cruz roja es: Humanidad, imparcialidad, neutralidad, independencia, voluntariado, unidad y universalidad.

  
IMPARCIALIDAD: El movimiento no hace ninguna distinción de nacionalidad, raza, religión, condición social ni credo político. Se dedica únicamente a socorres a los individuos en proporción con los sufrimientos, remediando sus necesidades y dando prioridad a las más urgentes. 



NEUTRALIDAD: Con el fin de conservar la confianza de todos, se abstiene de tomar en parte las hostilidades y, en todo tiempo, las controversias de orden político, racial, religioso e ideológico. 






INDEPENDENCIA: El movimiento es independiente. Auxiliares de los poderes públicos en sus actividade humanitarias y sometidas a las leyes que rigen los países respectivos, las sociedades Nacionales deben, sin embargo, conservar una autonomía que les
permita actuar siempre de acuerdo con los principios del movimiento.
 



UNIVERSALIDA: El Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja es una institución universal, en cuyo seno todas las Sociedades tienen los mismos derechos y el deber de ayudarse mutuamente.





Voluntariado: Es un movimiento de socorro voluntario y de carácter desinteresado.










 



UNIDAD: En cada lugar sólo puede existir una sola Sociedad de la Cruz roja o de la Media Luna Roja, debe ser accesible a todos y extender su acción humanitaria a la totalidad del territorio. 








HUMANIDAD: “El Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja, al que ha dado nacimiento la preocupación de
prestar auxilio, sin discriminación, a todos los heridos en el campo de batalla, se esfuerza, bajo su aspecto
internacional y nacional en
prevenir y aliviar el sufrimiento de todos los hombres en todas las circunstancias. Tiende a proteger la vida y la salud, así como hacer respetar a la persona humana. Favorece la comprensión mutua, la amistad, la cooperación y la paz duradera de todos los pueblos”.

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