En la Biblia se cita el número 666 como el número de la Bestia , relacionado habitualmente con el Satanás o con el Anticristo. El origen de esta asociación se origina en el libro del Apocalipsis del Nuevo Testamento.
"Aquí hay sabiduría: El que tiene entendimiento, cuente el número de la bestia, pues es número de hombre. Y su número es seiscientos sesenta y seis" (Ap. 13:18).
Esta cita bíblica se hizo ampliamente conocida a mediados de los setenta, a partir de la película de La profecía (The Omen) estrenada en el año 1976.
Hay diversas teorías sobre este verso, una de ellas dice que se refiere a un personaje histórico como Nerón o Domiciano. Otros suponen que es la clave del Anticristo según la gematría.
El número del demonio 666 Algunas investigaciones recientes muestran que quizá el cálculo de este número fue un error y el número representado en la Biblia era el 616.
El número 666 también se puede encontrar citado en el Antiguo Testamento:
"Y pesaba el oro que traían a Salomón de año en año seiscientos sesenta y seis talentos" (II Crónicas 9:13).
El misterio del número del diablo
En los últimos años han surgido interpretaciones, que cada vez ha ido ganando más adeptos, que identifican el 666, no con una persona ni un ser vivo, sino con un objeto: Internet. Los primeros indicios de esta vinculación surgieron a finales del siglo XX, cuando, tras la realización de unas excavaciones arqueológicas que intentaban buscar los restos arqueológicos de las ciudades bíblicas de Sodoma y Gomorra en las cercanías del Mar Muerto, se encontraron restos de una antigua cultura semítica, hasta el momento desconocida, que, en sus grabados identificaba el fin del mundo en el futuro a un ser ligado a tres símbolos repetidos, muy parecidos a la letra omega griega ( y a los que atribuyeron la posible pronunciación [uom]: la señal de ese ser sería, por tanto, uom, uom uom.
Esto llevó a su identificación con la letra [waw], la sexta letra en la ordenación de los alfabetos hebreo ( ו ), arameo (), fenicio () y también en la ordenación alfabética árabe tradicional (و), es decir, en el orden del adjab. El número 6, por tanto, indicaría sencillamente la sexta letra de los alfabetos en que se escribieron originalmente los textos bíblicos y representaría la letra w.
Así, 666 no sería más que www (World Wide Web). En favor de esta hipótesis, aducen que, explícitamente, en el Apocalipsis se dice que, en el futuro, nadie podrá comprar ni vender si no es con el número de la Bestia , lo cual lo relacionaría con el comercio electrónico, cada vez más extendido a través de la red.
Si así fuera el número de la bestia se ha apoderado del mundo. Pero todo esto sigue siendo un misterio.
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