El Autismo



El autismo es un desorden en el desarrollo de la conducta de un niño. Forma parte de un conjunto de desórdenes conocidos como Desordenes del Espectro Autista (ADS por sus siglas en inglés). Otros trastornos son el Síndrome de Asperger, el Síndrome de Rett, etc. De éstos, el más común es el autismo (también llamado “autismo clásico”).

La palabra “autismo viene del griego auto (uno mismo, propio). Estudios recientes calculan que de 4 a 6 niños, por cada mil, padecerá alguna forma de autismo. Se presenta con mayor frecuencia en varones que en mujeres (en proporción de 4 a 1). Se desconoce la causa precisa de este desorden, pero se han identificado factores genéticos y de entorno. En contra de algunas creencias populares, no se ha encontrado ninguna relación causa/efecto entre la vacunación y el desarrollo del autismo. Por el momento no existe una cura para este trastorno, pero existen tratamientos en base a terapias y medicamentos que pueden controlar algunos síntomas específicos.


Los síntomas más comúnes del autismo los podemos agrupar en 3 categorias

* Dificultad en la interacción social, usualmente los niños autistas tienden a aislarse desde una temprana edad, no responden a estímulos específicos (como por ejemplo, responder a su nombre, mirar a quien le dirije la palabra). Muestran poca o nula disposición a interactuar con otras personas. Como se dice popularmente están “encerrados en su propio mundo”, sin prestar atención a lo que acontece a su alrededor.

* Problemas en comunicación verbal y no verbal, a menudo los niños autistas tardan más en aprender a hablar que los otros niños. En cambio desarrollan una manera alternativa de comunicación, a través de gestos o mímica. En otros casos, a pesar de que pueden hablar adecuadamente, tienen dificultad iniciando o manteniendo una conversación.

* Desarrollo de patrones de conducta repetitivos o restringidos, que se pueden denominar como tics o manías. Algunas veces se repiten rituales específicos antes, durante o después de realizar alguna actividad en particular, sin los cuales es imposible llevar a cabo esa actividad.
Es muy importante que ante una sospecha de autismo, podamos obtener un buen diagnostico, pues muchas veces se puede diagnosticar erroneamente otros desórdenes como por ejemplo el Síndrome de Asperger, o el Síndrome de Rett. En estos casos, los desórdenes comparten algunos síntomas en común, pero requieren tratamientos distintos.

El tratamiento que requiere un niño que sufre de autismo difiere de paciente en paciente. Debido a que existen diversos grados de autismo, que devienen en diversas conductas, el tratamiento debe ser personalizado. En esto juegan un papel preponderante los padres, ya que mucha de la terapia o cuidados que se le puedan brindar al niño, empiezan en casa, tratando que se adapte lo más posible a la realidad, sin llegar al punto de incomodarlo.

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